Si sientes que tus personajes se ven parecidos o que todos comparten los mismos rasgos, estos ejercicios te ayudarán a romper ese patrón. No necesitas experiencia previa, solo intención y ganas de salir de lo cómodo.
🎨 1. Cambia la forma base del rostro
El primer paso es dejar atrás la forma ovalada clásica. Prueba dibujar:
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Rostro cuadrado
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Cara alargada y puntiaguda
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Mandíbula ancha y plana
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Cabeza pequeña con pómulos altos
Haz 10 formas distintas solo con líneas simples. No agregues detalles, solo concéntrate en el contorno.
✏️ 2. Redibuja un personaje cambiando solo un rasgo
Toma un personaje que ya hiciste y repítelo tres veces. En cada versión, cambia solo uno de estos elementos:
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La nariz
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La forma de los ojos
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Las cejas
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La boca
Esto te obliga a ver al personaje como algo flexible, no como algo fijo. Aprendes a modificar sin perder su esencia.
🕐 3. Dibuja rostros con límite de tiempo
Pon un cronómetro de 30 segundos o 1 minuto por rostro. El objetivo no es que quede bonito, sino soltar la mano y variar sin pensar tanto.
Usa formas aleatorias, juega con proporciones absurdas y rompe la simetría.
Haz 10 rostros en 10 minutos. Después, observa cuáles te salieron más
distintos.
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